¿Cómo se comunica el Señor con nosotros?
Algunas maneras incluyen por susurros del Espíritu Santo, por las escrituras, y por los profetas…
y hablando de profetas… Presidente Nelson nos dijo ayer (Junio 3, 2018) en la Devoción para Jóvenes que debemos hacerle caso a la voz de los profetas.
También sabemos que la palabra de los profetas es la palabra de Dios, como dice en D y C 1:38
“Lo que yo, el Señor, he dicho, yo lo he dicho, y no me disculpo; y aunque pasaren los cielos y la tierra, mi palabra no pasará, sino que toda será cumplida, sea por mi propia voz o por la voz de mis siervos, es lo mismo.”
Esta canción de los niños lo explica bien:
https://www.youtube.com/watch?v=pPCwqc1GWlo
“El profeta del Señor, el presidente Russell M. Nelson, nos ha llamado a cada uno de nosotros a ‘un enfoque más nuevo y santo de cuidar y ministrar a los demás’ (‘Ministrar‘, abril de 2018, conferencia general).” Todo el artículo del sitio de la Iglesia
2 otros discursos importantes relacionados con ministrar son los del Élder Holland y hermana Jean B. Bingham, Presidenta General de la Sociedad de Socorro
Hoy, más que nunca, cada quien necesitamos apoyo para batallar contra satanás, porque él sabe que no le queda mucho tiempo para ganar nuestras almas, así que ha reforzado sus ejércitos y ha emprendido con más velocidad sus obras. Los Hermanos y Hermanas Ministrantes en muchos casos pueden ser los únicos que brindan ese apoyo.
Cuando tenemos que decidir si vamos a ministrar o pasar nuestro poco tiempo en otra cosa, debemos pensar en lo siguiente del discurso del Élder Robert D Hales, Oct. 1988 (Inglés) ANTES de decidir:
“Hay tres elementos importantes que nos permitirán tomar buenas decisiones:
Primero, debemos tener un plan eterno con objetivos que nos comprometemos a lograr.
En segundo lugar, debemos estudiar y orar a diario sobre nuestras decisiones en busca de sentimientos de guía espiritual, coraje y compromiso.
Y tercero, necesitamos examinar nuestros motivos cada vez que tomamos una decisión.
… Y, por último, debemos examinar nuestros motivos. Un buen control y equilibrio en la toma de decisiones es ver nuestros motivos para tomar nuestras decisiones. Deberíamos preguntarnos:
¿Son mis motivos egoístas, o hay caridad en la decisión que estoy por tomar?
¿Esta decisión está de acuerdo con los mandamientos, tanto del espíritu como de la letra de la ley?
¿Mi decisión es básicamente correcta, honorable y compatible con la regla de oro?
¿He considerado el impacto de mi decisión en otros?
Que todas tus [decisiones] se hagan con caridad (1 Corintios 16:14).”
(La traducción del discurso arriba NO es traducción oficial por la iglesia, lo cual no se ha publicado todavía, usé Google Translate y lo corregí como pude.)
Al final, recordemos las bendiciones que nos promete siempre nuestro Padre Celestial por el fiel cumplimiento de Sus mandamientos